Mel Gibson, fue detenido el 28 de julio de 2006 en el área de Malibú por conducir a más de 160 kilómetros por hora. Según la policía, el actor y director mostraba unos niveles de alcohol en la sangre del 0,12% y llevaba una botella de tequila en su Lexus LS. El incidente se agravó cuando Gibson trató a una policía de modo soez, se declaró dueño de Malibú y dijo que los judíos tenían la culpa “de todas las guerras del mundo”. El propio actor reconoció su error y se disculpó dos veces públicamente por lo ocurrido.

El juez le ordenó asistir a las reuniones del grupo de Alcohólicos Anónimos cinco veces por semana durante cuatro meses y medio, y luego tres veces a la semana durante otros siete meses y medio. El magistrado ha dispuesto que el actor participe durante tres meses en otro programa contra el abuso de alcohol, y le ha impuesto una multa de 1.300 dólares, además de restringir por 90 días el uso de su permiso de conducir. El actor y director se ha comprometido, dentro de un acuerdo alcanzado con la fiscalía para evitar ir a la cárcel, a grabar un anuncio sobre los riesgos de conducir embriagado