Desde Aesleme nos mostramos contrarios a la decisión del Gobierno de indultar a un conductor kamikaze, condenado a 13 años de prisión porque su temeridad acabó, en 2003, con la vida de un joven conductor de 25 años, contra el que estrelló su coche cuando circulaba en sentido contrario por la autopista AP-7, en el término de Polinyà del Xúquer (Valencia).

El indulto se produjo el pasado 7 de diciembre, y según la resolución publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE), firmada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se conmuta la pena de este conductor por una multa de algo más de 4.000 euros (seis euros diarios durante dos años).

Mar Cogollos, directora de Aesleme, opina que esta decisión va contra las políticas de seguridad vial que tanto ha costado desarrollar y que tan buenos resultados están logrando, pues no es un ejemplo para el resto de la sociedad y se da una imagen de impunidad ante un hecho tan grave que además, se llevó una vida por delante. Además es una falta de respeto hacia la familia de la víctima y quitan credibilidad a la decisión de jueces, a la actuación de la Fiscalía , a la DGT y al Gobierno.

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia condenó a este conductor en enero de 2011 a trece años de prisión como autor de un delito de conducción con grave desprecio para la vida de los demás en concurso ideal con un delito de homicidio, un delito de lesiones, una falta de lesiones y una de daños.

Los hechos sucedieron la tarde del 1 de diciembre de 2003, cuando el acusado conducía su vehículo por la autopista AP-7 en dirección Alicante y tras protagonizar varios incidentes con otros vehículos, efectuó un cambio de sentido y circuló varios kilómetros en sentido contrario.

Finalmente colisionó frontalmente con un turismo en el que viajaban un joven de 25 años y su pareja, de 21, y como consecuencia del impacto, el joven falleció de un traumatismo craneoencefálico severo, mientras que su pareja sufrió contusiones, fracturas y heridas que le han dejado secuelas.