El carné por puntos ha superado ya su periodo de rodaje. Con derrapes puntuales, pero llega a su tercer aniversario con un balance invisible y otro que toca muy directamente a casi dos millones de españoles. Ambos, estrechamente unidos. El primero es el de las vidas que no se han perdido en las carreteras, unas 1.250. En 2005 se cerró el año con 3.332 fallecidos en accidente de tráfico; en 2008, con 2.181. Y este año, aunque ya se han producido 1.000 muertos en accidentes de circulación, el descenso alcanza casi el 10 por ciento. El segundo balance, el que se puede medir científicamente, es el de la pérdida de puntos, que han sufrido casi dos millones de conductores. El director de Tráfico, Pere Navarro, recordaba hace unos días que “éste es el peaje que hay que pagar” para evitar la sangría de la carretera, que en los últimos 10 años se ha cobrado más de 50.000 vidas.