La asociaciones de víctimas conmemoran, por primera vez juntas, el Día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico con una misa solemne presidida por el Arzobispo de Madrid y por los ministros del Interior y de Justicia.
El pasado 16 de noviembre -tercer domingo del mes, como marcó en su día la ONU-, se conmemoró el Día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico y este año 2014, las asociaciones españolas de víctimas y prevención se han unido para ofrecer, por primera vez, una misa por todos aquellos que, desde que se comenzó a rodar en vehículos de motor por las vías nacionales, han perdido la vida o han quedado discapacitados y por sus familiares, que se ven afectados de forma tan directa y amarga.
La misa se ha celebrado en la madrileña parroquia de San Jerónimo el Real –conocida popularmente como Los Jerónimos y recibió el apoyo de altos representantes del Estado, como el Ministro del Interior y el de Justicia; el fiscal de Seguridad vial o la directora de Tráfico, el subsecretario del Interior, el general de la Guardia Civil de Tráfico, el vicepresidente de la Comisión de Seguridad vial del congreso, entre otras personalidades, así como de la sociedad, que acudieron a acompañarnos en un momento tan señalado y a honrar a todos los miles y miles de afectados por un siniestro vial en las carretas españolas. También los medios de comunicación demostraron, una vez más, su compromiso con la seguridad vial, al cubrir el acto y hacer llegar a la sociedad este recuerdo y llamada de atención sobre la lacra que suponen los accidentes de tráfico.
La ceremonia, oficiada por el arzobispo de Madrid, Mons. D. Carlos Osoro, resultó un acto muy emotivo y lleno de simbología, en el que los familiares, lesionados de tráfico y los representantes de las Instituciones participaron activamente en las lecturas, preces y ofrendas: un ramo de margaritas blancas, en recuerdo de las miles de personas que han perdido la vida en las carreteras españolas; un reloj, como símbolo del tiempo que han dejado de disfrutar de sus seres queridos; una muleta, como símbolo del esfuerzo que, día a día, afrontan las personas con discapacidad; un fonendo, como agradecimiento a todos los sanitarios que trabajan con dedicación para que muchos puedan vivir, a pesar de la discapacidad; una manta, como símbolo del calor, afecto y cariño que dispensan los familiares y amigos a las víctimas; un Código de circulación, por las normas que tenemos que cumplir para que, entre todos, consigamos nuestro objetivo de 0 víctimas por accidente de circulación y el pan y el vino, presentados por María Seguí, directora de Tráfico y un familiar de un fallecido en accidente. Para finalizar, se guardó un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas, mientras sonaba "El canto de los pájaros" de Pau Casals, interpretado por el violinista Alejandro Bustamante.