Las personas con lesión medular están bastante insatisfechas con los tratamientos para paliar su dolor, según una investigación realizada por los doctores Murphy y B. Reid de Virginia (Estados Unidos).

El objetvo de la investigación era determinar las características del dolor que sufren las personas con lesión medular, cómo afecta éste en su vida diaria y el grado de satisfacción por el tratamiento recibido.

El cuestionario fue enviado a 300 personas, de las cuales ochenta y ocho respondieron. La información que se obtuvo teniendo en cuenta la edad y el sexo de los encuestados. Todos ellos hacía más de un año que tenían la lesión medular.

El resultado de la investigación concluyó que los encuestados se sentían insatisfechos con el tratamiento recibido para paliar sus dolores. El dolor que sufren las personas con lesión medular debía ser tratado de forma completa para reducir el impacto que produce en sus actividades diarias.

The New York Times

El cirujano Douglas H.Smith y sus colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, trabajan en una insólita alternativa terapéutica para pacientes que han sufrido un daño en la médula espinal: estiran algunos nervios a modo de puente sobre el espacio vacío que deja la herida.

Aunque todavía no hay evidencias de que el método - que el especialista describe como sorprendentemente simple- funcione en humanos, aún así parece ser prometedor.

La técnica obliga a las células nerviosas humanas a crecer y establecer conexiones mutuas dentro de dos láminas de plástico superpuestas a la manera de un sandwich. Smith separa paulatinamente las planchas; a medida que esto sucede, las conexiones de las células (llamadas axones) comienzan a estirarse. Cuanto más las separa, más crecen (a lo largo) estos axones.

En diez días, el doctor Smith es capaz de crear extensos axones de algo más de un centímetro que planea implantar en médulas espinales dañadas, para llenar el vacío dejado por el daño y restableciendo la comunicación en el interior de ese órgano.

Hasta ahora ninguna otra técnica destinada a inducir el crecimiento de los axones los ha producido del tamaño de los del doctor Smith.

G.C, Madrid

España no participa en el proyecto europeo Levántate y anda, presentado el lunes en Bruselas, que ha devuelto cierta movilidad a los parapléjicos, pero sí tiene varios grupos de investigación trabajando actualmente en distintas técnicas para conseguirlo. "El problema es que no hay una masa crítica suficiente", advierte Carlos Paíno, del departamento de investigación del hospital Ramón y Cajal, que trabaja desde 1990 en intentar la reparación neurológica en lesiones parciales.

País no no ha obtenido tanto éxito como su colega Almudena Ramón, que recientemente pudo publicar sus ensayos con ratas parapléjicas en las que, mediante el trasplante de células olfativas, consiguió que recuperaran el movimiento de las patas traseras y cierta sensibilidad. Paíno no ha logrado resultados tan espectaculares y en su misma línea se mueve el equipo del biólogo Xavier Navarro, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Los trabajos de Almudena Ramón se centran en la reparación de la médula en lesiones completas, una línea de investigación que comparte con otros tres equipos. "Hay un grupo en Israel, otro en Suecia y otro en el Miami Project to Cure Paralysis", dice Almudena Ramón, "pero el que ha obtenido los mejores resultados hasta el momento es el nuestro". Ramón trabaja todavía en el Centro de Biología Molecular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pero está a punto de trasladarse a Valencia, al Grupo de Reparación Neural del Instituto de Biomedicina.

Espera y esperanza

Para Justo García Yébenes, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, la línea de investigación en la que se halla Almudena Ramón es "interesante desde el punto científico, pero está muy verde desde el punto de vista clínico". García Yébenes coincide con Almudena Ramón en señalar que el sistema nervioso humano es mucho más complejo que el de las ratas. "Hay un salto cualitativo muy grande entre el ensayo en rata de laboratorio y el hombre", dice Ramón.

García Yébenes insiste en que, aun logrando tal salto, se añadiría la complicación de hacer un trasplante de células del lóbulo olfatorio, lo que conllevaría una operación intracraneal.

La técnica utilizada en el ensayo europeo a base de electroestimulación quizá no sea tan ambiciosa, pero promete resultados a más corto plazo, según algunos consultados. "Veo que logran recuperar movimientos aún muy toscos y que la técnica es complicada, pero me parece que es el principio de algo muy prometedor", asevera Almudena Ramón.

García Yébenes advierte de que esta línea de investigación es muy antigua: "Ya en 1882 existía en España un servicio llamado de Neurología y Electroterapia". "Hasta ahora, los electrodos se colocaban en la piel y lo novedoso es que ahora se implantan en los músculos y nervios", dijo ayer a Servimedia Jesús Mazaira, del hospital Nacional de Parapléjicos. Para García Yébenes, lo novedoso es el uso de programas informáticos. "Queda mucho tiempo de investigación", dice Almudena Ramón. "Ahora queda afinar cada vez más para que sea el enfermo el que controle sus movimientos y que éstos sean más amplios. En el Miami Project trabajan en el mismo sentido que lo hace el equipo europeo".

Las asociaciones de minusválidos Aspaym y Cocemfe hicieron ayer un llamamiento a la prudencia y la cautela. El proyecto Levántate y anda, además de estar en fase preliminar, sólo será eficaz en algunos parapléjicos.