Datos históricos y objetivo cumplido

Éste es el sexto año consecutivo en el que descienden las cifras de fallecidos por accidentes de tráfico y la primera vez que lograremos bajar de 3.000 muertos (carretera y vía urbana a 30 días) y si nos centramos solo en las carreteras, estaremos por debajo de 2.000.

Sin duda, son datos históricos, ya que en 1969, primer año del que se tiene constancia de las cifras,  sumaron 3.951 los muertos a 24 horas -no es hasta 1993 cuando el cómputo se realiza a 30 días-. Y desde entonces, el pico más alto lo encontramos en 1989, con la escalofriante cifra de más de 7.000 víctimas mortales.

¿Habremos alcanzado el objetivo?
Con los datos de 2009 a 24 horas y en carreteras sobre la mesa (1.897 víctimas mortales), parece más que probable que cumpliremos el objetivo europeo 2000-2010, de reducir el número de muertos a la mitad, un año antes de plazo, además. Para esto tendríamos que bajar de los 5.776 muertos del año 2000 a los 2.888 (carretera y vía urbana a 30 días). Seríamos, así, uno de los 5 países que lo van conseguir (junto a Luxemburgo, Francia, Portugal y Letonia)-.

No cabe duda de que estos increíbles resultados se deben al carné por puntos, a la reforma del código penal, al apoyo y compromiso de los medios de comunicación y al trabajo de la sociedad civil. Hemos avanzado mucho, por tanto, en la sensibilización del conductor, aunque aún hay datos que no dejan de sorprender a nadie, como que aún el 21% de los muertos no llevaba el cinturón de seguridad o que el 30% dio tasas positivas de alcohol.

Todos somos conscientes de los factores de riesgo (alcohol, velocidad, distracciones) y conocemos perfectamente los elementos de seguridad que pueden evitar la gravedad de los accidentes (cinturón, casco, reposacabezas…). Pero quizá hay que recordar y hacer hincapié en otro factor de riesgo que en España no está tan interiorizado como en otros países, por ejemplo Francia, y es guardar la distancia de seguridad. No hay más que fijarse en que, en nuestro país, si guardas la distancia, en seguida se cuela otro coche en ese hueco necesario para no quedar a merced de lo que pueda sucederle al de delante.

Futuro próximo
El cambio de legislación - y los buenos resultados obtenidos a corto plazo –ya está hecho, ahora hay que cumplirlo en todo el territorio español, sin excepción en ningún municipio, por lo que es muy importante la implicación de la policía local.

Y ahora hay que recordar, también, que llega el momento del compromiso con la educación y la prevención, cuyos resultados se ven más a medio y largo plazo, y campo por el que AESLEME apuesta desde hace 20 años. Se hace fundamental trabajar con niños y jóvenes desde el colegio y apostar por un número de clases teóricas obligatorias sobre seguridad vial en las autoescuelas,  para sacarse el carné, así como realizar cursos de reciclaje para los conductores, cada cierto tiempo, para ponerles al día, por ejemplo, de las incorporaciones tecnológicas y nuevas normativas.

Es también el momento de llevar la seguridad vial a las empresas y de que los accidentes de tráfico queden incorporados en los programas de riesgos laborales, porque alrededor del 50% de estos son in itinere o en misión.

La seguridad vial, responsabilidad compartida
Todos podemos hacer algo y debemos hacerlo. Los padres deben dar ejemplo siempre a sus hijos (cruzar siempre correctamente, no usar el móvil, el cinturón abrochado sin excepciones, etc); a los compañeros de trabajo le podemos dar mensajes seguros” (no cojas el coche si has bebido…);
Desde AESLEME queremos seguir soñando con la visión “Cero” de los suecos y que llegue el año en el que no haya que lamentar víctimas mortales en la carretera.

MAR COGOLLOS
DIRECTORA AESLEME

Más información:
Ana Carchenilla
Responsable de comunicación
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