Desde que ejerzo mis funciones, en noviembre de 2006, hasta el presente debo resaltar el papel trascendental que Aesleme y Mar Cogollos han desempeñado en la educación vial, que es la primera de las estrategias para evitar accidentes de tráfico, así como en la atención a la lesión medular y la discapacidad. Mar Cogollos es ya un símbolo nacional de víctima de accidente que responde a las tragedias del tráfico viario, con un compromiso intenso en la educación y prevención en los distintos ámbitos de la seguridad vial y de la movilidad sostenible.