Mis palabras de felicitación con motivo de vuestro 30 aniversario deben ser, ante todo, de profunda gratitud. Gratitud por vuestro trabajo ímprobo y tan fructífero de cara a la lucha contra la siniestralidad viaria. Gratitud por haber transformado vuestro sufrimiento en una fenomenal fuente de energía positiva. Gratitud por habernos enseñado cómo actuar, por habernos transmitido cómo reaccionar, por habernos emocionado hasta aflorar las más sentidas lágrimas...
En estos tiempos de confinamientos y distancias, un abrazo muy especial para Mar Cogollos, más que nada, por demostrar que el espíritu trasciende siempre a las humanas limitaciones y que la fuerza de voluntad todo lo hace posible. Y un deseo, que sean muchos años más... ¡Para que sean muchos accidentes menos! Como decimos en Catalunya, PER MOLTS ANYS AESLEME